Solo en el 15% de las organizaciones se ha implantado la automatización de procesos mediante robots (RPA) en los trabajos del departamento de Auditoría Interna.
La mitad de las organizaciones no tiene previsto incorporar, en este ejercicio, nuevos perfiles alineados con las tendencias del entorno actual (tecnología, datos, sostenibilidad, etc.).
Gestión de la crisis desencadenada por la COVID-19
El 66% de los auditores internos continúa trabajando en base al plan actual y no ha modificado el alcance de los trabajos del departamento pese al Covid.
El Director de Auditoría Interna (DAI) tiene mucho predicamento en la Comisión de Auditoría: en un 74% de los casos participan en los puntos del orden del día que tratan cuestiones de otras áreas.
Auditoría Interna y otras funciones de aseguramiento
En el 58% de los casos, Auditoría Interna asume roles adicionales a la función de aseguramiento que tradicionalmente desempeña. Sobre todo gestión de riesgos y control interno.
Auditoría Interna: Impacto a largo plazo del COVID
La mayoría de los auditores internos (69%) no prevén cambios en la periodicidad de interacciones entre Auditoría Interna y la Comisión de Auditoría a raíz de la pandemia.
Percepción de Auditoría Interna por la alta dirección
La percepción de Auditoría Interna por parte de la alta dirección es, presumiblemente, bastante positiva: se le percibe como un área que genera acciones interesantes, según el 42% de los auditores internos.
La visión de Auditoría Interna por parte de la Comisión de Auditoría es muy positiva: el 72% cree que se percibe su contribución a la mejora contínua de la compañía aportando su visión crítica.
La incertidumbre económica tendrá impacto, pero la mayoría (53%) no espera que las restricciones comprometan alcance y resultado de las auditorías sobre los riesgos más relevantes.
La flexibilidad y el uso de nuevas tecnologías se cita entre los principales beneficios y la ausencia de trato directo con los auditados, la principal desventaja.