¿Están las empresas preparadas para las consecuencias efecto del coronavirus?
  • Rotura de stock, pérdidas económicas, bajas en la plantilla y cancelación de reservas son algunas de las consecuencias que ya se están viendo por el coronavirus
  • Los departamentos de Auditoría Interna de las empresas deberán evaluar la eficacia de los protocolos de actuación y contribuir a la mejora de los procesos de gestión a futuro

La llegada del coronavirus ha desatado las alarmas por las consecuencias que pueda tener en las personas y también en las empresas. Desde el Instituto de Auditores Internos advierten que, al continuar extendiéndose el virus, efectivamente hay un efecto negativo en la coyuntura empresarial y en la economía del país y que es importante trabajar para minimizarlo.

Respecto a los trabajadores es esencial, además de la cooperación con las autoridades, que las empresas adopten protocolos de actuación de seguridad y medidas preventivas, entre las que destaca el teletrabajo. Desde el punto de vista empresarial, hay que completar estas actuaciones con planes de continuidad de negocio sólidos y globales, como ocurre en la práctica totalidad de las empresas asociadas al Instituto de Auditores Internos. Finalmente, desde un punto de vista macroeconómico hay que adoptar medidas, especialmente monetarias y fiscales, de forma inmediata.

Mitigando los riesgos asociados al coronavirus

El coronavirus, así como otro tipo de pandemia similar, deriva en una serie de riesgos que sufren las empresas españolas y del resto del mundo: rupturas de stock, bajas en la plantilla, disminución de la producción, cancelación de eventos, reservas, acceso a clientes, etc.

Habitualmente, estos riesgos están convenientemente contemplados en los planes de contingencia y de situaciones especiales de las empresas y han debido ser supervisados por las direcciones de Auditoría Interna, quienes, además, habrán realizado el asesoramiento adecuado y propuesto en cada caso las recomendaciones oportunas para mejorar estos procesos.

Medidas como reducir viajes, adoptar el teletrabajo, diversificar proveedores y localizaciones de producción o contar con líneas de crédito especiales son algunas acciones que se recogen en estos planes para garantizar en la medida de lo posible la continuidad de los negocios. A su vez, se está poniendo de manifiesto que en la medida en que se cuenta con procesos sencillos y automatizados que se han digitalizado, será posible adaptarse mejor a este nuevo escenario.

El presidente del Instituto de Auditores Internos de España, Ernesto Martínez, recuerda que “un plan de continuidad de negocio debe ponerse en marcha en caso de que no estén disponibles alguno de los cinco componentes básicos de la actividad: personas, instalaciones, tecnología, información y proveedores”.

“El coronavirus afecta principalmente a dos de estos componentes: las personas y los proveedores, por lo que es importante que las empresas pongan en funcionamiento los protocolos que garanticen la seguridad del personal, el aprovisionamiento, así como los canales de relación con los clientes”, señala Martínez. También es importante matizar que una tecnología avanzada permitirá una reorganización de la actividad adecuada. Así, por ejemplo, el teletrabajo será posible si se cuenta con herramientas e infraestructura tecnológica necesaria.

El papel de Auditoría Interna

Es importante que Auditoría Interna pueda aportar su conocimiento experto sobre control interno y riesgos en estas circunstancias, proporcionando aseguramiento y asesoría. También hay que analizar si están correctamente definidos los protocolos y si los procedimientos se han seguido eficazmente, contribuyendo, si es necesario, a su mejora para situaciones de características similares que puedan darse en el futuro.

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