Por Ignacio Bazarra
Fotos: José Luis Roca
Edurne Uriarte se considera ante todo una ciudadana activista. Su compromiso contra el terrorismo le hizo sufrir en 2000 un intento de atentado de ETA que casi le cuesta la vida a ella y su escolta. Hoy compagina su labor docente e investigadora como catedrática de Ciencia Política con la política, como diputada del Partido Popular. Ha escrito numerosos libros sobre feminismo, democracia y nacionalismos y actualmente es columnista de El Debate. Nos recibe en su despacho en la Carrera de San Jerónimo.
Llevamos desde 2020 sometidos a una tensión global con efectos a todos los niveles: sociales, culturales, económicos y políticos. Son consecuencia de movimientos latentes que ya estaban entre nosotros, pero ¿qué cree que ha terminado desatando esta tormenta perfecta?
Parto de un cierto desacuerdo sobre lo que preguntas, de la idea de que ahora vivimos más incertidumbre que en el pasado. No lo creo. Ahora vivimos, es cierto, un período de inestabilidad en el mundo y en Europa, muy en especial con la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania. Pero Europa sufrió dos guerras mundiales y España una guerra civil hace no tanto tiempo. Son ejemplos de un mundo y de una Europa que ha vivido tiempos terribles, aún peores que los de ahora. Son preocupantes, pero lamentablemente este parece ser el estado natural del mundo. Luchamos porque no sea así, pero una y otra vez hay un agresor, en este caso Rusia, que desestabiliza Europa.
Un factor de desestabilización es la polarización, esa imposibilidad de acuerdo en ningún ámbito y que lastra el desarrollo del país. ¿Cree que la polarización es una causa o una consecuencia?
Tengo muchas dudas sobre la teoría de la polarización. ¿Hay más polarización ahora? No lo tengo nada claro. Yo, como vasca, he vivido desde dentro el acoso y la amenaza terrorista y una sociedad con una terrible radicalización. Pero si dejamos a un lado la cuestión del terrorismo, ¿hay ahora más polarización en España? Yo todavía recuerdo que hace unos cuantos años la izquierda sacaba la propaganda del dóberman contra el Partido Popular. ¿Eso no era polarización? ¿Hay ahora más? Yo más que de polarización hablaría de un aumento del populismo. Y eso sí me parece muy preocupante: las formas populistas de hacer política y el quebrantamiento de algunas normas éticas. Un estilo de hacer política pensado para simplificar y mover emociones, un descontrol en la verdad en el debate político. Creo que todo esto sí que ha empeorado. Deberíamos entre todos trabajar por combatir su extensión en Europa.
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