Autor: Sonsoles Rubio, presidenta del Instituto de Auditores Internos de España
Publicado en Actuarios
La crisis originada por la pandemia mundial Covid-19, además de abrirnos los ojos sobre la enorme vulnerabilidad de las personas y las organizaciones, ha reforzado la relevancia que ya tenía en nuestra sociedad la sostenibilidad.
La conciencia social de las personas, en nuestras múltiples facetas -ciudadanos, empleados, ahorradores, inversores… – está creciendo y empuja hacia una mayor concienciación también por parte de las empresas, muchas motu proprio y, otras -yo diría que las menos visionarias-, por la creciente presión de reguladores e inversores institucionales.
El empuje de éstos últimos es cada día más fuerte. Crece constantemente el colectivo de inversores institucionales que va marcando y liderando el camino. Prueba de ello es que las cartas anuales de Larry Fink, CEO de BlackRock, la mayor gestora de fondos del mundo, se han convertido en toda una institución, despertando un enorme interés y un efecto arrastre del que resulta imposible zafarse. Si el poderoso BlackRock dice -como dijo a principios de 2020- que dejará de invertir en todo aquello que presente un alto riesgo para la sostenibilidad, las empresas no pueden hacer oídos sordos, so pena de quedarse fuera del mercado.
El capitalismo social que propugna la inversión responsable pasa por ligar conceptos que antes parecían incasables: propósito y rentabilidad. Pero no sólo mezclan bien, sino que ambos ingredientes son absolutamente necesarios para el éxito en el mundo empresarial del siglo XXI.
Prácticas ESG
Con este telón de fondo, hoy nadie duda de la responsabilidad de las empresas y, en concreto, de sus órganos de gobierno para promover las estrategias y prácticas ESG, del inglés Environmental, Social y Governance (medioambiental, social y gobierno corporativo).
Implantar y seguir políticas y criterios ESG ya no es una opción. Era algo voluntario cuando se identificaba con un concepto más estrecho y actualmente superado: el de Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Pero con el cambio de siglas y de siglo, los criterios ESG ocupan un hueco cada vez más destacado en las estrategias de las empresas y, por supuesto, en las recomendaciones y regulaciones… SIGUE