Analizamos los retos y desafíos que desató la pandemia desde el punto de vista de la profesión de Auditoría Interna y compartimos experiencias sobre cómo lo están afrontando diferentes compañías.
En la sesión de mayo de 2020, dedicamos el Foro de Expertos a abordar los retos y desafíos que la pandemia está planteando para la profesión, y cómo los están afrontando las compañías. El encuentro tuvo formato de mesa redonda online que contó con la participación de los siguientes Directores de Auditoría Interna: Alberto Ferreiro (Ferrovial); María Luisa Gordillo (Mapfre), y Rafael Parada (Osborne). Como moderador actuó Ernesto Martínez, presidente del Instituto en esa fechas.
María Luisa Gordillo subrayó que desde el primer momento su compañía se centró en la salvaguarda de la salud de las personas, los empleados, y en la continuidad del negocio. En su caso, participaba en el comité de crisis y tenía conocimiento de las medidas que se iban tomando día tras día. “Partíamos con la ventaja de que todo el equipo de Auditoría Interna disponía de un dispositivo y pudo trabajar desde casa de forma inminente y se tomaron medidas adicionales concretas en el área como la revisión de los trabajos en marcha y flexibilización de las fechas”, entre otras. Rafael Parada describió por su parte una realidad similar, desde la presencia de Auditoría Interna en el comité de crisis de COVID-19 que la compañía creó al saltar la pandemia. “No solo estábamos en el comité, sino que también lo coordinábamos”, afirmó; mientras que Alberto Ferreiro recordó una realidad por todos conocida: prácticamente todas las grandes compañías contaban con planes de contingencia elaborados años atrás, pero ninguno incluía la probabilidad de una pandemia y, mucho menos, como un riesgo inminente. Pese a ello -subrayó- “los planes de contingencia funcionaron muy bien”.
En la mesa redonda se abordaron en detalle aspectos como las posibles tareas que tuvo que realizar Auditoría Interna sin que sean propias de su trabajo, la adaptación de los equipos al trabajo en remoto, el grado en que se pudo mantener el plan de Auditoría Interna que estaba en marcha, o si hubo que reconducirlo y la gestión de expectativas de la Alta Dirección y de la Comisión de Auditoría.